Geog. Eduardo Tena
21Jun2015
El
sistema del voto domiciliario es posible en nuestro país. La propuesta es que
mediante el voto domiciliario, se facilite a la población electoral para que
pueda acudir a sufragar lo más cercano, geográficamente, a su dirección
domiciliaria declarado en su Documento de Identidad Nacional (DNI). Esta situación no pasa en la ciudad de Lima y
en otras ciudades importantes del país. El día de las elecciones, se observa
una gran congestión en el tránsito, desde tempranas horas y esta congestión se
va haciendo mayor, cuando más se acerca la hora del cierre de los locales de
votación. Fácilmente, una persona de los
distritos con condiciones territoriales de desarticulación espacial, pierden
más de cinco horas en ir y retornar después de sufragar.
Durante
el día electoral, para las áreas urbanas, se observa una gran migración de
ciudadanos electores dentro de un mismo distrito y entre distritos y, en
algunos casos, acompañados de sus familiares, desde sus domicilios hasta los
locales de votación en otras jurisdicciones, pues en su mayor parte, las
direcciones declaradas, no se localizan donde viven. En este sentido se podría inferir que el
domicilio tiene, en algunos casos, un
vínculo de identidad residencial permanente, y en otros, de residencia temporal,
que le permite satisfacer sus necesidades sociales de servicios, profesionales,
estudios, entre otros.
De la
declaración de las direcciones domiciliarias, se tienen dos situaciones para la
localización espacial de las direcciones en un proceso electoral. La primera considera a ciudadanos electores
que declararon su dirección y, por efecto del padrón electoral, votan en los
lugares extremos de sus distritos; la segunda considera que, muchas veces, los
ciudadanos toman su decisión de declarar sus direcciones en otros distritos, en
función a identidades espaciales que van construyendo. Esta dinámica del
registro de domicilios requiere contar con alternativas de solución.
Es
posible que la tecnología de localización geográfica permita solucionar este
problema.
Los
procesos electorales pasados han permitido observar que la población ha
logrado, en su mayoría, vencer factores de restricción espacial: las vías
congestionadas, la poca movilidad, los altos costos de transporte, etc. Como ha
venido sucediendo en distritos con zonas diferenciadas territorialmente, como
en el distrito de Ate, donde el padrón electoral, agrupa a electores del “centro
poblado” de Huaycán, con sus mesas de votación en locales de votación en el “centro
poblado” de Salamanca, y viceversa.
En la
búsqueda de presentar una propuesta, desde las ciencias geográficas, se tienen dos elementos muy
importantes a tener en cuenta para el desarrollo de la tecnología de
localización geográfica, la organización territorial y la oferta y demanda
electoral, que establezcan modelos espaciales de Sectores de Demanda Electoral
(SDE). Los electores domiciliados en los SDE conforman un Sector Electoral que sufragaran
en el local de votación del SDE.
En el
caso de los sectores rurales, la situación es diferente, pues el registro de
las direcciones, en muchos casos, están relacionados a los centros poblados
rurales, por lo tanto la propuesta tecnológica, se debe de enmarcar en la
resistencia espacial, para vencer factores estructurales y funcionales, ligados
a las características del territorio y la ocupación espacial.