¿Cuál es la importancia de la geografía en el Bicentenario del Perú?

Geog. Eduardo Tena

Lima, 27 de julio del 2021

Este 28 de julio del 2021, el Perú celebra su día patrio y su Bicentenario, conmemorándose los 200 años de la proclamación de Independencia del Perú. Este hito conmemorativo nos permite hacernos algunas preguntas desde la geografía: Por qué no se ha logrado resultados favorables en el desarrollo integrado del país, a pesar de contar con una geografía con muchas ventajas comparativas?

Este Bicentenario nos halla con una geografía en una situación crítica ante el déficit de la gestión territorial expresada en los desfases de gobernanza[1] y de gobernabilidad[2] territorial.  Ante esta situación, debemos de tener en cuenta que la geografía, como ciencia relacional[3], permite situarnos en espacios de trabajo, delimitándolo y comprendiéndolo como un sistema complejo en el que se desarrolla. El conocimiento geográfico permite entender las relaciones de organización social y sus territorios para su apropiación y desarrollo. De esta manera permite conocer, explicar y actuar ante los fenómenos territoriales de un espacio geográfico.

La cuestión es la utilidad del conocimiento geográfico, para permitirnos consolidar el territorio como un factor de integración, aplicando políticas públicas de gobernabilidad, para superar los “efectos negativos” de una “geografía adversa”. El no contar con un uso adecuado y planificado del conocimiento geográfico, no nos permite identificar y transformar la relación de los efectos positivos-negativos en un espacio geográfico.

Un déficit en la política peruana es no utilizar el concepto de espacio como categoría de análisis para identificar la heterogeneidad espacial, que permita visibilizar las diferencias funcionales y jerárquicas y contar con tipologías espaciales para la gobernabilidad, que permita enfrentamos al problema del desarrollo de nuestros territorios[4] que depende, en gran medida, del modelo de organización territorial[5] y cómo se encuentra estructurado.

En este Bicentenario, unos de los problemas más importantes, es la conformación política del territorio peruano, el cual está constituidos por circunscripciones: departamentos, provincias y distritos, definidos por sus leyes de creación, mediante límites establecida por elementos físicos, en algunos casos perceptibles como el cauce de un río, una divisoria de montañas o por elementos culturales, como una carretera o hitos colocados, que nos darán el conocimiento del territorio. Esta delimitación, en muchos casos, no contempla la integración del territorio a delimitar, generando múltiples conflictos entre las circunscripciones, pues expresan, a corto o mediano plazo, deficiencias de gobernabilidad entre los pueblos que conforman las circunscripciones, al  no integrase al proyecto delimitado y  no permitiendo el posicionamiento político de la población en el territorio. 

Ante este problema de la demarcación política del territorio, se tiene un factor muy importante y muy poco tomado en cuenta, como son las cuencas, como espacios naturales integradores, que permita la conformación de unidades territoriales, delimitados políticamente de acuerdo a las cuencas hidrográficas. El análisis, desde la unidad territorial de una cuenca, permitirá uniformizar tipologías de problemas ambientales, sociales y económicos, donde la competencia territorial se establezca en base a la capacidad del uso hídrico y los usos del territorio. De esta manera se evitaría seguir creando circunscripciones sin alternativas de integración espacial y socioeconómica.

En este Bicentenario, la tarea de la demarcación territorial, para las acciones de creación y/o modificación de nuevas circunscripciones políticas, estas políticas deben de estar relacionadas con el territorio de las cuencas hidrográficas, que contemple la planificación de la reproducción socioeconómica sostenible. Además, en el uso de la expansión y concentración poblacional, las políticas de fortalecimiento de las ciudades intermedias, que contemplen la organización territorial de cuencas, con el uso adecuado del territorio garantizado el abastecimiento de agua y previendo los riesgos.

El propósito fundamental de la geografía, en el Bicentenario del Perú, es posicionarse en la agenda nacional, proponiendo políticas de acuerdo a determinados modelos territoriales que orienten el uso, desarrollo y sostenibilidad funcional sistémica, de acuerdo a las ventajas competitivas de cada espacio geográfico. La geografía tiene la tarea de proponer las nuevas relaciones espaciales físicas y sociales para una reconfiguración del territorio integrado y competitivo.

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[1] González. F. Gobernabilidad y Gobernanza. España. 2009. Se considera a la gobernanza como un proceso donde los actores de una sociedad definen la orientación política de la gobernabilidad. La gobernanza permite dirigir un orden y dirección política y social de un determinado territorio.

[2] González. F. Gobernabilidad y Gobernanza. España. 2009Se considera a la gobernabilidad como la expresión de la relaciones políticas de una sociedad en un determinado territorio, con el objetivo llevar a cabo tomas de decisiones sobre la gestión territorial con políticas públicas, donde se ejerce el poder y la autoridad que influirán en los aspectos socioeconómicos. 

[3] Talledos. E. La Geografía: un saber político. Chile. 2014.  Al ser parte de la producción científica, resultado de un proceso histórico, está signada por diferentes y múltiples postulados teóricos. Sobre todo, porque cualquier ciencia es un nudo de relaciones en un proceso permanente de interacciones, donde “tanto está influido el que influye como el influido” (Xirua, 1971: 26)

[4] Consideramos al territorio como un componente del sistema geográfico, determinado por la porción de la superficie terrestre, apropiada y gestionada por un grupo social con el objetivo de garantizar la reproducción y la satisfacción sistémica de sus necesidades.

[5] Constitución Política del Perú, en el artículo 189.- El territorio de la República está integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se constituye y organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local, en los términos que establece la Constitución y la ley, preservando la unidad e integridad del Estado y de la Nación.